POEMAS DE ISABEL MIRALLES
UN MAR DE SOLEDAD
En este mar de soledad que me inunda que cubre mi desgana, se escapan de mis manos esperanzas vanas, que como granos de arena me sumergen en un desierto sin puertas, ni ventanas.
Y ese grito, ese grito que quiere surgir de mi garganta y que muere lentamente en el umbral de mis labios, para no gritar la verdad que nace desde muy adentro, acallando el dolor que me destruye hasta el sentimiento.
¿Quién escucha mi pesar? ¿Quién intuye las palabras que nacen en mis entrañas?
Nadie, nadie las intuye ni nadie las quiere escuchar. Soy como la esfinge de Gizeh estática y sin fe y por ello destruida, erosionada irremediablemente, por la tenacidad del viento, del viento que habita en mi desierto.
Isabel Miralles 29-02-2012
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